Cómo identificar un buen vino es una pregunta común, sus componentes, procesos y características son muchos y con ello, toda la información que hay que conocer para saber elegir el mejor.
Si, suena un poco complicado y por ello, la mayoría de personas no conocen los aspectos que se deben tener en cuenta a la hora de elegir el acompañamiento perfecto para esa cena especial.
Por tal motivo, esta semana te damos algunos trucos para que aprendas de manera sencilla cómo identificar un buen vino.
Revisa la botella
Gran parte de la información que necesitas conocer está en la etiqueta y contraetiqueta de la botella. Allí podrás encontrar el tipo de sabores que tiene el vino, el proceso de añejamiento del que fue sujeto y la región del mundo de la cual proviene. Incluso, algunos mencionan qué tipo de comida se puede acompañar con esa bebida.
En cuanto a la apariencia de la botella, es clave revisar el grosor del vidrio y en cuanto a tamaño, mantén en mente que según los expertos, la versión de 1.5 litros es la mejor, pues mantiene una excelente relación entre el volumen de vino y oxígeno.
Además, fíjate en los logos o certificaciones complementarias que tenga, especialmente, si vas a ofrecer el vino en un evento. Revisa si es ecológico o proviene de un cultivo orgánico, si es apto para veganos o si tiene Denominación de Origen, en caso de que esta información sea relevante para ti o tus invitados.
Echa un vistazo
La fase visual es la primera etapa para identificar un buen vino. Sirve entre otras cosas, para determinar el color, que dice mucho del estado en el que se encuentra la bebida.
Un vino de calidad debe tener un color cristalino y finas burbujas, no debe tener sustancias suspendidas ni verse turbio.
El color también indica otras características, por ejemplo, si un vino blanco está muy pálido, significa que no recibió un proceso de crianza, es decir que es un vino muy joven y fue embotellado muy pronto. El aspecto cromático también puede mostrar si la uva procede de un clima frío o cálido.
Observa el tamaño del corcho, si la botella lo tiene. Si el corcho es largo significa que es un vino que mejorará con el tiempo y debido a su longitud, evitará que las bacterias accedan al líquido.
Disfruta el aroma
Procura comprar en una tienda especializada donde puedas oler el contenido de la botella antes de comprarla.
La percepción de los aromas se puede dividir en tres grupos: primarios, son aquellos que están relacionados con la uva y el terreno en el que fue cultivada, se refieren a olores frutales, minerales y vegetales; secundarios son aquellos aromas que provienen de la fase de fermentación, son olores dulces y lácticos. Los aromas terciarios son los más complejos, se producen por el tipo de crianza y la maduración, pueden ser olores tostados, vainilla, café, entre otros.
En caso de que percibas aroma a vinagre, azufre, humedad u otro extraño, no bebas el vino porque no está en condición de ser consumido.
Saborea
No es necesario que tomes largos tragos, tan solo con un pequeño sorbo podrás identificar su sabor. Permite que el vino repose en tu paladar, examina su dulzura y los sabores que lo hacen único.
Cuanto más dure el sabor en tu boca, mejor. Si una vez que pasas el vino desaparece el sabor, no es de buena calidad.
Si al probarlo sientes un sabor maderoso muy marcado o exagerado que opaca los demás sabores, es probable que haya permanecido en barricas que no tenían suficiente aire y hubo otros elementos que contaminaron su sabor.
Recuerda
Un nombre elegante no es sinónimo de una bebida de calidad, así como tampoco lo es un precio elevado.
Ten cuidado con los nombres similares, tan solo una letra podría significar una gran diferencia.
No te dejes llevar por el hecho de que haya sido almacenado o envejecido en madera de una u otra especie, más que un símbolo de calidad, representa un estilo.
Si el envase tiene polvo en la parte de arriba, junto a la boca de la botella, opta por elegir otra. ¿La razón? Significa que ha sido almacenada de forma vertical durante mucho tiempo. El resultado será que el corcho esté seco, permitiendo que entre oxígeno a la botella y la bebida puede estar oxidada o en proceso de oxidación, otorgándole un sabor y olor diferente al normal.
El cuerpo del vino, es decir, su densidad y las sensaciones que provoca, debe perdurar en nuestro olfato y nuestro paladar.
El grado de alcohol también está relacionado con el tipo de vino. Los conocidos como vinos tranquilos están entre los 13 y 14.5º mientras que los espumosos están alrededor de los 12º y los que provienen de zonas cálidas pueden alcanzar 15.5 o 16º. Finalmente, los vinos generosos o fortificados como el jerez o el oporto superan los 16 y pueden llegar hasta los 20º.
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Cuéntanos en los comentarios qué consejo le darías a alguien que te pregunta cómo identificar un buen vino.
Nos leemos la próxima semana.