Se acerca nuestra peregrinación al Santuario de Las Lajas y con ella, la emoción por compartir esta experiencia con más feligreses.
Quizá, te hace falta ese empujoncito que te motive a decirte a viajar así que acá te contamos algunos de los lugares incluidos en esta peregrinación, las actividades a realizar y los manjares en lista por probar.
Debido a que esta semana se llevaron a cabo las celebraciones en honor al Señor de los Milagros y a Nuestra Señora de Las Lajas, consideramos que este post resulta muy oportuno.
Buga, Valle del Cauca
Guadalajara de Buga, una de las ciudades más antiguas del país, es uno de los destinos preferidos de los peregrinos que viajan con nosotros.
La esencia de Buga reside en un centro histórico, donde se destacan construcciones que datan de los siglos XVII y XVIII, entre ellas, la Basílica Menor del Señor de los Milagros. Da clic aquí para conocer su historia.
Durante tu estancia, te recomendamos visitar la antigua estación del ferrocarril, una construcción de estilo colonial, declarada Bien de Interés Cultural de la Nación.
En nuestro artículo «6 pueblos para enamorarse de la Gran Antioquia» puedes encontrar más información sobre este municipio.
Pasto, Nariño
«La Ciudad Sorpresa» destaca especialmente por sus iglesias. La Catedral de Pasto, Nuestra Señora de la Merced, Cristo Rey y San Andrés son algunos de los templos que definitivamente hay que visitar.
La principal festividad que se lleva a cabo en la ciudad es el Carnaval de Negros y Blancos. Si quieres saber más sobre esta celebración, da clic aquí.
De otra parte, las artesanías y la gastronomía son protagonistas. La talla en madera, el repujado en cuero, el tejido en lana y fique, y la escultura en piedra, son solo algunas muestras del talento de los nariñenses así como la trucha frita, el tamal típico del departamento, los helados de paila y el hervido son una degustación de los manjares que tienen para ofrecer.
Ipiales, Nariño
Ipiales, conocida como la «ciudad de las nubes verdes» por el color que pinta el cielo durante el atardecer, está situada a 2.900 metros sobre el nivel del mar, siendo la ciudad de mayor altitud del país.
Uno de los principales motivos que atrae a los turistas es el peregrinaje a la Catedral San Pedro Mártir y a otros templos como la Iglesia de la Medalla Milagrosa y la de San Felipe Nery aunque sin duda, la peregrinación al Santuario de Nuestra Señora de Las Lajas se roba todas las miradas.
La historia de esta advocación es sorprendente, descúbrela en nuestro artículo «5 Santuarios Marianos para peregrinar en Colombia«.
Popayán, Cauca
«La ciudad blanca», fundada en 1537, es una de las ciudades más antiguas de América. Su centro histórico es uno de los que mejor se conserva en el continente, con obras arquitectónicas que datan de los siglos XVII, XVIII y XIX.
Los lugares a visitar en la capital caucana son muchos. Sin embargo, nosotros incluiremos en nuestro recorrido: la Torre del Reloj, el Puente del Humilladero y el Rincón Payanés, también conocido como el «pueblito patojo».
Los platillos que definitivamente debes probar son los tamales o empanadas de pipián, un guiso local preparado a base de papa, la carantanta, un pasabocas de maíz, y los aplanchados, un dulce tradicional que se deshace en tu boca.
Conoce más sobre la historia de esta preparación y su creadora, dando clic aquí.
Quindío
El departamento del Quindío nos encanta.
Los hoteles campestres, la gastronomía y las experiencias en torno al café cierran este viaje con broche de oro.
Sin lugar a dudas, la inmersión cultural es un punto a destacar ya que nos permite relacionarnos de manera cercana con la población local y sentirnos como en casa, aún estando a cientos de kilómetros. Justo eso es lo que logramos durante nuestra visita al Recorrido de la Cultura Cafetera (RECUCA), ser arrieros y chapoleras, refrescarnos durante la jornada con una bogadera y recargar energías con el bitute.
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Estamos seguros de que no vas a olvidar esta peregrinación por el suroccidente colombiano y la visita al Santuario de Las Lajas.
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Muy joven fui a Cali donde probé por primera vez el Claro y me encantó.
Cundo fuimos con Exytures a conocer Pasto y el Santuario de Las lajas probamos los aplanchados y conocimos a Doña Chepa, además de otras delicias especialmente los tamales de pipián. Que ricura.
Estamos totalmente de acuerdo, Mario.
La gastronomía complementa perfectamente nuestras experiencias turísticas y los recuerdos que creamos en esos lugares especiales.